jueves, 4 de abril de 2013

Carta del Defensor del Pueblo, en respaldo al Estado ecuatoriano sobre despatologización de la transexualidad


Señora Doctora
Celia Riera
Representante de la O P S/ O M S en El Ecuador
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD OPS/OMS
En su Despacho

De mi consideración:

La Constitución ecuatoriana, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, los Principios de Yogyakarta y la Declaración de Socumes, entre otros, son los referentes jurídicos y éticos de mayor avanzada en la protección y defensa de los derechos fundamentales de la ciudadanía LGBTI, en cuanto proclaman el principio de igualdad y no discriminación y ubican a la identidad de género como una de las razones por las cuales está prohibido discriminar a las personas.

Además, constituyen presupuestos de responsabilidad para el Estado y los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), en momentos que la situación de desigualdad de la ciudadanía LGBTI se encuentra acentuada por el refuerzo de sentimientos de odio y rechazo, últimamente justificados en la vigencia de manuales médicos y documentos oficiales como la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10, que deben ser revisados a la luz del contexto actual, por cuanto todavía consideran a la transexualidad como un trastorno mental de la identidad de género, menoscabando el ejercicio de los derechos fundamentales de un importante grupo social, a consecuencia de la discriminación.

Cabe mencionar, que el enfoque de la transexualidad como trastorno mental afecta la dignidad, la seguridad, el libre desarrollo de la personalidad, la integridad física y psicológica, la libertad de pensamiento y expresión, el derecho a una vida libre de violencia, la salud, entre otros derechos de las personas que forman parte de la ciudadanía LGBTI y las sitúa en condición de vulnerabilidad y doble vulnerabilidad, en las dimensiones de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad, razón por la cual, el respeto, protección y garantía de sus derechos, es directamente proporcional al reconocimiento de su diversidad y las decisiones asumidas con libertad.

En este sentido, la Defensoría del Pueblo, como institución nacional de derechos humanos de Ecuador, respalda el pedido realizado por el Estado ecuatoriano a través de la Ministra de Salud, Carina Vance, mediante Oficio Nro. MSP-SDM-10-2012-1985 O de fecha 26 de diciembre de 2012, con el fin de que se retire de la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10, las categorías y subcategorías relacionadas con los trastornos por identidad de género y la transexualidad.

Estamos convencidos que esta decisión histórica de la OMS, conforme ha procedido anteriormente con la eliminación de la homosexualidad como tipo de trastorno mental, constituirá una importante medida para el respeto del derecho a la igualdad y el principio de no discriminación, a favor de las personas que forman parte de la ciudadanía LGBTI.

Con sentimientos de distinguida consideración.

Atentamente,


Patricio Vicente Benalcázar Alarcón
DEFENSOR DEL PUEBLO, SUBROGANTE

jueves, 7 de febrero de 2013

Responsabilidad social de la caricatura


Javier Darío Restrepo*

Mensaje Los montajes humorísticos y las caricaturas son recursos periodísticos cercanos a la columna de opinión y a los editoriales, y, como ellos, se rigen por las mismas normas de cualquier texto periodístico de opinión.
Su compromiso con la verdad es azaroso porque parte de su don es reducir situaciones o actitudes de personajes, a símbolos que, mal utilizados, pueden distorsionar, recortar o suprimir la verdad de un hecho o de una persona. Los caricaturistas siempre expresan su opinión, pero esa expresión debe estar basada en la verdad de los hechos. La suya es “la verdad del parecido”.
Cuando el montaje o la caricatura se trabajan sobre falsedades, equivalen a una agresión burda y se convierten en insultos como los de los grafiteros en los muros callejeros. Entonces el caricaturista degrada su oficio y le hace perder dignidad y credibilidad.
Los caricaturistas son, por oficio, críticos agudos de los gobiernos, destacan sus debilidades y errores, sin perder la sonrisa. El de la crítica es un ejercicio indispensable en las democracias y satanizado en las dictaduras. Los caricaturistas y los niños tienen el privilegio de gritar que el rey está desnudo, cuando los demás callan intimidados. Suelen ser mal recibidos por los gobernantes autoritarios. Es una excepción la reacción democrática del presidente Belisario Betancur, de Colombia, quien al hablar a un caricaturista le dijo: “gentes como usted sí le cuentan al gobernante cómo va él y cómo va el país.”
Sin embargo esa tarea de denuncia queda mal hecha cuando en vez de ser una voz sincera, el grito es una explosión de odio.
Como se ve, tanto la ética como el público esperan del caricaturista “una obra fina, elegante, sutil y hasta donde ello es posible, risueña.” Estas fueron las calidades exigidas por el periodista y político colombiano Álvaro Gómez Hurtado en un escrito sobre el tema
Documentación
La caricatura no debe trabajar sobre falsedades absolutas. Ello no sería sino una agresión burda, como pueden serlo un insulto o una bofetada. La desfiguración circunstancial que se hace en busca de lo grotesco o lo ridículo tiene que estar circunscrita dentro de ciertos parámetros para que no se devuelva, como un bumerang, contra el propio caricaturista. El alejamiento de la verdad que va envuelto en toda caricatura es el elemento más peligroso de cuantos hay que manejar en este arte tan sutil.
La desfiguración que hace el caricaturista envuelve casi siempre, una acusación. Se le atribuye a una persona un dicho, un hecho, una intención o una simple deformación física que van en detrimento del prestigio de la víctima. De ahí que al caricaturista se le considere como un agresor. Esto hace que, en el periodismo de nuestro tiempo, tan timorato, tan distinto del oficio panfletario de principios de siglo, la agresividad inusitada del caricaturista termina marcando ante el público, la propia actitud del órgano en que sus dibujos se divulgan.
Álvaro Gómez Hurtado en “Osuna de Frente”. El Ancora Editores, Bogotá, 1982. P.8

* Tomado de: Revista Mediaciones CIESPAL. Disponible en http://www.ciespal.net/mediaciones/index.php/analisis/1255-responsabilidad-social-de-la-caricatura.html

miércoles, 23 de enero de 2013

La feria de los sueños en España

-->
Quince años después, el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito ya no se encuentra abarrotado de emigrantes, como en aquella época del éxodo ecuatoriano, sin embargo, continúa siendo la memoria histórica de esos encuentros y desencuentros, de sueños y pesadillas, esperanzas y desazón, alegría y dolor, rabia y perdón, amor y odio, del quedarse, del huir, de ser o no ser, del marcharse para siempre, del despedirse de una vez, de resistir o desfallecer, de dejar atrás aquel país ajeno y distante, ese país de feriados bancarios, dolarización, crisis, pobreza y exclusión, esa Patria sin patria, ese sombrío Ecuador.

En aquella época, Europa y Estados Unidos eran el mejor camino para un mundo mejor. La creciente industria del ladrillo en los países del Norte, fue una invitación atractiva para la mano de obra. Nuestros compatriotas, al igual que otros emigrantes, en su mayoría se emplearon como obreros de la construcción. ¡Por fin un trabajo que permita vivir con dignidad, comprar una casa, un negocio propio, salud, educación, calidad de vida!. Una oportunidad que su país de origen les había negado.

Pero el hecho de mejorar el poder adquisitivo se tornó en su contra, al ser sus ingresos, una invitación atractiva para algunos inescrupulosos promotores inmobiliarios y banqueros, quienes vieron un negocio de alta rentabilidad en los sueños de los trabajadores, vulnerables a las leyes de oferta y demanda del mercado neoliberal. 

 

Estos promotores y banqueros sin alma, se sirvieron de la especulación para forzar la demanda de viviendas, induciendo al engaño con publicidad seductora. “casi, casi -dice un afectado- que tener casa propia era un símbolo de status”.  Mientras más nueva, más grande, muy bien decorada, mejor. El negocio de las hipotecas también permitía la compra fácil de vehículos, pago de deudas y consumo en general.  Y así, los créditos se convirtieron en la varita mágica para acceder a todos los sueños. 

Cabe indicar, que la burbuja inmobiliaria, a pesar de ser una de las causas de la crisis económica europea, se encuentra protegida por varios Estados europeos, no así las personas afectadas, muchas de ellas, ecuatorianas. Los órganos de control han asumido un rol de "dejar hacer" en la especulación hipotecaria; y, los ayuntamientos, inflaron el valor de los avalúos catastrales, favoreciendo los sobreprecios de las viviendas.

Por su parte, los bancos y promotores inmobiliarios, hoy persiguen a nuestros compatriotas, valiéndose de leyes injustas. 

Las consecuencias han sido nefastas. “Cada ocho minutos hay un desahucio en España” 1, que vulnera el derecho a la vivienda. Según la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), desde el 2007, inicio de la crisis inmobiliaria, han causado el desalojo de unas 400.000 familias, entre las que están casi un 4% (15.000) de las de inmigrantes ecuatorianos.2
 
Ex esposos, ex esposas, ex hijos, ex hijas, ex padres, ex madres, ex amigos, ex amigas, ex proyecto de vida, ex vida.

Sin duda, es la muestra evidente del fracasado modelo económico neoliberal que sólo funciona para enriquecer más a los que tienen más, y empobrecer más a los que tienen menos, a través de la acumulación, producto de la explotación. Por eso es importante impulsar el cambio en las relaciones de poder hegemónico para lograr mayor justicia en nuestras sociedades latinoamericanas, en beneficio de la dignidad humana.

2 2http://www.eluniverso.com/2012/11/18/1/1361/acosados-hipotecas.html, Edición digital del 18 de noviembre de 2012